En la época de Shakespeare, el término “cuckold” se utilizaba para referirse a un hombre que desconocía que su esposa le era infiel con otro hombre.
En la actualidad, puedes escuchar el término “cuckold” o “cuck” como insultos imbéciles hacia los hombres que se consideran “débiles” o “beta”.
En ambos casos, la palabra “cuckold” está vinculada a una falta percibida de masculinidad, lo que explica por qué la “cornudería” es popular entre los hombres que disfrutan explorar dinámicas de poder en la cama.
La palabra “cuckold” proviene del pájaro cuco, que pone sus huevos en los nidos de otras aves. Históricamente, el término “cuckold” se ha utilizado para describir el miedo patriarcal entre los hombres a ser humillados y perder su estatus social si sus esposas les son infieles, quedan embarazadas y crían al hijo de otro hombre sin saberlo.
“Cuckolding” es un fetiche sexual en el que un hombre, conocido como “cornudo”, observa cómo su novia o esposa tiene relaciones sexuales con otro hombre, llamado “toro”.
A veces, el cornudo elige no estar en la misma habitación; en su lugar, se ve obligado a escuchar al toro y a su esposa tener relaciones sexuales desde fuera del dormitorio.
Cuckolding es un fetiche popular entre los hombres que disfrutan explorando dinámicas de poder en la cama, y se cree que está relacionada con el miedo patriarcal a ser humillado y perder el estatus social.
¿Qué es la práctica del Cuckolding?
La práctica del cuckolding implica que una persona observe a su pareja sexual teniendo relaciones con otra persona, a menudo como parte de un juego de poder y humillación consensual.
Esta práctica puede ser atractiva para aquellos que disfrutan del aspecto tabú de romper las normas sociales y experimentar emociones fuertes como el miedo y la adrenalina.
Además, el cuckolding puede ser una forma de explorar dinámicas de poder y sumisión en una relación, ya que el cuckold a menudo asume un papel sumiso mientras que la pareja y el “toro” asumen roles más dominantes.
La popularidad del cuckolding puede atribuirse en parte a la cultura predominantemente monógama, donde la idea de que alguien se involucre sexualmente con alguien más puede sentirse como una transgresión emocionante y atractiva.
Además, el cuckolding puede ser una forma de experimentar con la sumisión y la humillación de una manera consensual y segura, lo que puede ser emocionalmente gratificante para algunas personas.
Si estás considerando probar el cuckolding, es importante tener una comunicación abierta y honesta con tu pareja sobre tus deseos y límites.
Asegúrate de establecer límites claros y de obtener el consentimiento de todas las partes involucradas antes de intentar cualquier práctica sexual nueva.
Además, es importante recordar que el cuckolding no es para todos, y es perfectamente normal si no te atrae esta práctica en particular.
Lo más importante es encontrar formas de experimentar y explorar tu sexualidad de una manera que sea segura, consensual y gratificante para todas las partes involucradas.
¿Cómo puedo intentar el cuckolding?
Empieza explorando la fantasía
No necesitas saltar directamente a la cama con un tercero. En su lugar, puedes experimentar muchas de las sensaciones del cuckolding, como la humillación, simplemente hablando con tu pareja sobre una experiencia sexual pasada que haya tenido con un hombre dominante.
Tu pareja puede hablar sobre lo bien dotado y varonil que era su otro pareja, y sobre lo mucho mejor que era en la cama que tú. Solo introducir la fantasía de cuckolding en la cama a través de una conversación picante “puede dar a las parejas una exposición al paisaje del cuckolding que puede ayudarlas a decidir si quieren seguir adelante, mantenerlo en el reino de la fantasía o detenerlo por completo”.
Luego, considera traer a un toro
Si hablar de ello te pone aún más cachondo para jugar la fantasía en la vida real, entonces considera traer a un tercero. Invitar a un toro a la mezcla requiere una comunicación sana y límites claros.
“Antes de decidir, tómate un tiempo juntos y enumera tus esperanzas, miedos y límites con cada uno”, dice Balestrieri.
“Nunca sabrás lo que será hasta que comiences, pero algunos planes anticipatorios sobre lo que podría ocurrir pueden ayudaros a sentiros preparados y conectados a lo largo de la experiencia de fantasear, planificar, jugar y desbriefing”.
A la hora de encontrar un tercero, querrás utilizar aplicaciones de conexión específicamente diseñadas para ayudarte a tener un trío. Puedes consultar nuestra lista de las mejores aplicaciones de tríos aquí, pero también puedes tener éxito en aplicaciones amigables con el fetiche como FetLife y Sniffies.
Aquí hay algunas preguntas que Balestereri recomienda hacer a tu pareja antes de traer a un toro:
- ¿Es importante para ti que el tercero sea desconocido para ambos, o es alguien a quien conozcas y en quien confíes?
- ¿Qué serán tus prácticas de salud sexual y límites más seguros?
- ¿Quién contactará al tercero?
- ¿Dónde te sientes cómodo representando esta escena?
- ¿Qué tipos de comunicación o contacto estás abierto después de la escena, si hay alguno?
- ¿El cornudo estará presente en persona para ver o participar en la escena de ciertas maneras?
- ¿Cuáles son los límites de cada uno para los tipos de comportamiento sexual o de rol durante la escena?
- ¿Hay ciertas frases de encendido o apagado que considerar?
El objetivo de hacer estas preguntas es que nada te sorprenda. Debes saber a lo que te estás enfrentando y todos deben haber consentido previamente.
Acuerda una palabra de seguridad
Aunque tú, tu pareja y tu toro discutiréis los límites de todos antes de empezar, también debes tener un plan de contingencia en caso de que el cuckolding en la vida real provoque incomodidad inesperada.
Es por eso que es necesario tener una palabra de seguridad para que cualquiera pueda detener la escena en cualquier momento, por cualquier motivo.
Después de usar la palabra de seguridad, simplemente puedes decir: “Pensé que realmente iba a disfrutar de esto, pero mientras está sucediendo, no estoy encontrándolo divertido o agradable”.
Dada la dinámica humillante involucrada en el cuckolding, puede ser fácil olvidar que la dinámica/escena aún se trata de placer. Todos los involucrados deben disfrutar de la experiencia, y si no es así, entonces deja de hacerlo.
Sobre el autor
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Alejandra Fernandez, nacida el 15 de marzo de 1982 en Buenos Aires, Argentina, es una periodista y politóloga reconocida por su compromiso con la justicia social y su habilidad para comunicar ideas complejas de manera accesible.
Graduada con honores en Periodismo por la Universidad Nacional de Buenos Aires, destacó por su capacidad investigativa y ética periodística.
Posteriormente, obtuvo una maestría en Ciencias Políticas, explorando la intersección entre la política y los medios de comunicación.
Su trabajo como periodista la ha llevado a ser una voz influyente en el ámbito político, mientras continúa impartiendo clases y publicando investigaciones académicas.
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