¿Qué hora es?

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¿Qué hora es en España?


El concepto científico y filosófico del tiempo

Antes de que uno pueda comprender las zonas horarias, el horario de verano y otros métodos para medir el tiempo, sería mejor tener una idea de cómo la ciencia define este concepto. Más allá de la ciencia, este concepto también es muy investigado y discutido en los ámbitos de la religión y la filosofía.

No podemos extender la mano y agarrarlo, ni podemos verlo pasar y, sin embargo, el tiempo existe de todos modos. Se define como «una medida en la que los eventos se pueden ordenar desde el pasado, a través del presente y hacia el futuro. También mide la duración de los eventos y los intervalos entre ellos».

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Lo que podemos ver, sentir y tocar se conoce como las dimensiones espaciales. Estos son el primero, segundo y tercero que todos conocemos. Sin embargo, el tiempo mismo se conoce en la ciencia como la cuarta dimensión. Cuando medimos cosas como la velocidad y la repetición, usamos unidades de medida estándar como segundos, minutos y horas.

Esto se conoce como la «definición operativa del tiempo». Es puramente científico y no busca entender el concepto de ninguna manera filosófica. Por supuesto, las líneas comienzan a desdibujarse cuando los científicos intentan medir los eventos del espacio-tiempo y otros elementos del universo que nos rodea.

Tratar de medir verdaderamente el tiempo es un objetivo con el que la ciencia continúa luchando. La medición adecuada es crucial en todos los campos científicos como la astronomía, la navegación y muchos más. Actualmente nuestro sistema internacional de medición se basa en eventos que se repiten en ciertos intervalos.

El movimiento del sol a través del cielo, las fases de la luna, el latido de un corazón, todos estos son medios para medir el flujo aparente del tiempo. En términos de filosofía, hay dos creencias principales con respecto al tiempo y su existencia o ausencia.

Este primer enfoque lleva el nombre de Sir Isaac Newton. Él creía que el tiempo era parte del universo, que existe como una dimensión separada e independiente de la nuestra donde los eventos ocurren en secuencia. En una de sus obras, Philosophiae Naturalis Principia Mathematica, habló del tiempo y el espacio absolutos.

El concepto hablaba de un «tiempo verdadero y matemático, por sí mismo y por su propia naturaleza fluye igualmente sin tener en cuenta nada externo». Cosas como el movimiento y la «sensación» del tiempo no eran conceptos verdaderos del término. Llamó a estas cosas «tiempo relativo» y eran los únicos conceptos que podíamos comprender como especie.

La otra cara de la moneda es una teoría planteada por dos famosos filósofos con los nombres de Gottfried Leibniz e Immanuel Kant. Esta teoría secundaria es más simplista, simplemente sostiene la creencia de que el tiempo no es una cosa o un lugar. Dada esta verdad, no se puede medir con precisión ni viajar a través de ella.

Una historia de la medición del tiempo: calendarios y relojes

La cronometría es la ciencia de medir el tiempo y se presenta en dos formas diferentes: el calendario y el reloj. Cuando se busca medir una duración inferior a un día, se utiliza el reloj. Medir algo que es más largo requiere el uso de un calendario. Examinemos cómo surgieron estas dos herramientas fundamentales.

Zonas horarias mundiales

La Tierra está dividida en varias zonas horarias. La mayoría de las zonas horarias están separadas exactamente por una hora y, por convención, calculan su hora local como un desplazamiento de UTC o GMT. En muchos lugares, estas compensaciones varían dos veces al año debido a las transiciones de DST.

Sin embargo, cada país puede tener una zona horaria estándar particular, si es más conveniente para su cooperación mundial. La zona horaria estándar es una región donde las autoridades locales o nacionales unifican el tiempo para un objetivo particular. Los husos horarios obedecen a reglas específicas referentes a la longitud.

GMT y UTC

La implementación de la hora media de Greenwich fue el primer paso para determinar la zona horaria de otros países con respecto a GMT+0, mientras que el concepto de hora universal coordinada (UTC) se diseñó para proporcionar un sistema de cronometraje más preciso. Sin embargo, estos dos estándares de tiempo se usan ampliamente en el mundo para un propósito similar de coordinación de tiempo.

Las diferencias en la terminología de GMT y UTC todavía crean confusión en la cooperación internacional. Aunque UTC se introdujo como un estándar de tiempo más preciso, la aparición de los segundos bisiestos demostró las fallas de la sincronización del tiempo universal.

Una breve historia del calendario

Los primeros calendarios se utilizaron hace 6000 años, basados ​​en artefactos descubiertos en la era paleolítica, y dependían de las fases de la luna. Conocidos como calendarios lunares, estas primeras versiones tenían entre doce y trece meses por año. Sin embargo, estos calendarios no eran del todo precisos porque no tenían en cuenta el hecho de que un año tiene aproximadamente 365,24 días.

Los calendarios miden los días en números enteros, por lo que se introdujo un método llamado intercalación que agrega un día, una semana o un mes bisiestos al calendario cuando es necesario para mantener la precisión de las medidas. Julio César decretó en el 45 a. C. que el Imperio Romano usaría un calendario solar y se conoció como el calendario juliano.

Esta versión todavía adolecía de falta de precisión porque la intercalación que usaba hacía que los solsticios y equinoccios anuales cambiaran las medidas hasta en 11 minutos por año. El Papa Gregorio XIII introdujo un segundo tipo de calendario en 1582. Este era conocido como el calendario gregoriano y ahora es la versión más utilizada en la actualidad.

Una breve historia del reloj

La relojería es el estudio de los dispositivos utilizados para medir el tiempo. Esta búsqueda se remonta al año 1500 a. C., cuando los egipcios crearon el primer reloj de sol. Este dispositivo estacionario utiliza una sombra proyectada por el sol para medir el paso de las horas a lo largo del día. Sin embargo, estos dispositivos solo eran precisos durante el día.

Una solución más precisa fue algo llamado reloj de agua que también fue utilizado por los antiguos egipcios. El origen real de estos dispositivos no se conoce, pero junto con los relojes de sol fueron las primeras herramientas utilizadas para medir el tiempo.

El reloj de agua funcionaba creando un flujo fijo de agua que podía usarse para medir el paso del tiempo. Sin embargo, requería un mantenimiento constante, de lo contrario el agua se acabaría. Muchas civilizaciones antiguas estaban muy enfocadas en mantener mediciones precisas del tiempo porque lo usaban para rastrear sus hallazgos astronómicos.

Los relojes de agua se usaron constantemente hasta la Edad Media. También prevalecía el uso de incienso, velas y relojes de arena. Si bien los relojes mecánicos aparecieron ya en el siglo XI, no fue hasta que personas como Galileo Galilei y Christiaan Huygens desarrollaron nuevos métodos, como el reloj de péndulo, que se volvieron confiables.

Hoy en día, la herramienta más precisa para medir el tiempo son los relojes atómicos. Estos increíbles dispositivos pueden mantener una precisión de tono perfecto durante millones de años. De hecho, son tan precisos que se utilizan para configurar otros relojes y sistemas GPS. En lugar de utilizar métodos mecánicos o repetitivos, estos relojes miden los átomos a temperaturas increíblemente bajas.

Un reloj atómico en Boulder, Colorado, llamado NIST-F1, se usa para definir la hora estándar para todos los Estados Unidos. Está ubicado en el Instituto Nacional de Normas y Tecnología. La precisión de este reloj significa que no se desviará ni un segundo durante al menos 100 millones de años. Todo esto se basa en el estándar definido internacionalmente para lo que constituye un solo segundo:

«El segundo es la duración de 9.192.631.770 períodos de la radiación correspondiente a la transición entre los dos niveles hiperfinos del estado fundamental del átomo de cesio 133».

Al medir estos átomos de cesio a temperaturas increíblemente bajas, los relojes atómicos pueden rastrear el tiempo casi perfectamente según este estándar establecido.

Medidas de tiempo internacionales

Nuestra sociedad moderna requiere que tengamos un estándar establecido sobre cómo medimos el tiempo. El medio más básico para hacer esto se conoce como Tiempo Atómico Internacional (TAI) y mide segundos, minutos y horas mediante la coordinación de relojes atómicos en todo el mundo.

Desde 1972 hemos utilizado el tiempo universal coordinado o UTC. Sigue el estándar TAI con ligeros cambios conocidos como segundos bisiestos para garantizar que permanezca sincronizado con la rotación de la Tierra. Este estándar reemplazó al Greenwich Mean Time (GMT), pero los dos términos todavía se usan indistintamente.

El motivo del reemplazo fue que el método GMT usaba telescopios y la hora solar para establecer el estándar en lugar del método más preciso de los relojes atómicos. A pesar del cambio del estándar de tiempo, la ubicación de Greenwich todavía se usa como base para medir las coordenadas.

Si bien la medición del tiempo está estandarizada en todo el mundo, también existe un medio para definir la hora exacta del día en varias regiones conocidas como zonas horarias. Este es otro estándar observado internacionalmente que compensa la hora UTC según la ubicación.

Estas zonas se implementaron por razones legales, comerciales y sociales y, por lo general, se ubican a lo largo de los límites de los países o estados de los EE. UU. En su mayor parte, estas zonas compensan el tiempo en un número entero de horas, pero en algunos casos el cambio es solo de treinta o cuarenta y cinco minutos.

El concepto de estas zonas horarias se sugirió por primera vez en 1858 en un libro escrito por Quirico Filopanti llamado Miranda! Este concepto no se usó, pero sentó las bases para que otros lo siguieran. La invención de ellos se atribuye a Sir Sanford Fleming, pero incluso su concepto se modificó en gran medida en lo que usamos hoy.

La adopción de las zonas horarias fue lenta y gradual. El último país en implementar el uso del estándar actual fue Nepal en 1986. Todos los países modernos de hoy en día usan zonas horarias de alguna manera o forma. La idea es la misma, ya que es la medida estándar del tiempo, pero la implementación de los mismos varía.

Por ejemplo, China e India utilizan una sola zona horaria a pesar de que sus países son más anchos que los quince grados de longitud que normalmente dictan una zona horaria.

Sobre el autor

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Octavio Carnero Pareja
Soy un licenciado en Periodismo y Comunicación Corporativa. Mi pasión por la comunicación me llevó a dedicar años de estudio y esfuerzo para obtener esta titulación.

Durante mi formación, adquirí habilidades esenciales para comprender y analizar los medios de comunicación, así como para crear estrategias efectivas de comunicación corporativa.

Como licenciado en Periodismo, tengo un profundo entendimiento de la importancia de la información veraz y relevante en la sociedad. He aprendido a investigar, redactar y presentar noticias de manera objetiva y ética.

Además, mi formación en Comunicación Corporativa me ha permitido comprender cómo las empresas y organizaciones pueden utilizar la comunicación para alcanzar sus objetivos y mantener una buena reputación.

Soy capaz de diseñar estrategias de relaciones públicas, gestionar crisis de reputación, crear contenido persuasivo y utilizar las redes sociales y otras herramientas digitales para difundir mensajes de manera efectiva.

Mi objetivo es aplicar mis conocimientos y habilidades en el campo de la comunicación para ayudar a las organizaciones a alcanzar sus metas y construir relaciones sólidas con su público.

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