Domina el arte de la Analogía: Tipos y ejemplos poderosos

Una analogía es algo que muestra en qué se parecen dos cosas, pero con el objetivo final de aclarar esta comparación.

El propósito de una analogía no es simplemente mostrar, sino también explicar. Por eso, una analogía es más compleja que un símil o una metáfora, que sólo pretenden mostrar sin explicar.

Se pueden usar símiles y metáforas para hacer una analogía, pero generalmente las analogías tienen información adicional para transmitir su punto de vista.

Tipos de analogía

Por escrito, hay dos tipos predominantes de analogías:

Analogías que identifican relaciones idénticas

La palabra moderna «analogía» en realidad proviene de la palabra griega antigua para «proporcionalidad», y los eruditos griegos usaron analogías para ilustrar directamente relaciones similares entre dos pares de palabras, a menudo con el propósito de argumentar lógicamente.

Estas analogías toman la forma «A es para B como C es para D». Un ejemplo de una analogía que identifica una relación idéntica es «El negro es con el blanco mientras que el encendido está apagado».

En este ejemplo, la relación entre blanco y negro (que son antónimos u opuestos) es exactamente comparable a la relación entre encendido y apagado (encendido y apagado también son opuestos).

Analogías que identifican la abstracción compartida

Este tipo de analogía compara dos cosas que no están relacionadas técnicamente, con el fin de establecer comparaciones entre un atributo o patrón que comparten. Por ejemplo, considere la analogía: «Criar hijos es como cultivar un huerto: críelos y sea paciente».

Este ejemplo compara el patrón que es similar tanto en la crianza de los hijos como en la jardinería. Este tipo de analogía es útil en la escritura porque puede ayudar a que las ideas abstractas (como la crianza de los niños) sean más concretas al basarse en el conocimiento previo de los lectores sobre imágenes familiares (como la jardinería).

¿Cómo se escribe una buena analogía?

Al escribir, la analogía puede ser útil para explicar un concepto o una idea desconocidos. Usar una analogía para vincular esta idea con algo que le sea familiar puede ayudar al lector a comprender mejor lo que está tratando de decir.

También es una forma atractiva e inteligente de ayudar a transmitir un punto. Para escribir una buena analogía, tenga en cuenta estos puntos:

Intente crear imágenes fáciles de entender

Si está tratando de explicarle a su lector en qué se parece una cosa a otra, debe asegurarse de que el ejemplo que está utilizando sea común y de fácil comprensión.

El objetivo de una analogía es fomentar un pensamiento más profundo, y eso no funcionará si los lectores no están familiarizados con la imagen que estás conjurando.

Trabaja para comparar y contrastar

Piense en la idea que está tratando de transmitir. Cuando intente encontrar algo común para compararlo, piense en las posibles conexiones entre las dos cosas, tanto las similitudes como las diferencias. ¿Cuál evoca la imagen más poderosa? ¿Quién podrá establecer la comparación más clara?

Piense en formas de inspirar

Las mejores analogías explican e inspiran. Como recurso literario, una analogía es una forma poderosa de comunicar un mensaje. Sin embargo, también puede convertir una idea en una imagen vívida en la mente del lector que permanecerá mucho después de que haya terminado de leer.

Sobre el autor

Luís Mancebo Pintor
Luís Mancebo Pintor
Soy un profesional con una formación sólida en Comunicación Social, Publicidad y Periodismo. Mi licenciatura me brindó una amplia comprensión de las distintas áreas de la comunicación y cómo éstas se relacionan entre sí. Además, he adquirido habilidades valiosas en investigación, redacción y producción de contenido para diferentes plataformas y medios de comunicación.

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