¿Qué es el conocimiento procedimental?

El conocimiento procedimental es, básicamente, el motor que mueve nuestro día a día. Sin él, estaríamos perdidos incluso en las tareas más básicas, como conducir, hablar con los demás o hacer algo tan simple como freír un huevo.

Desde cambiar una llanta hasta tocar una canción en la guitarra, todas esas habilidades prácticas son las que adquirimos, poco a poco, a lo largo de la vida.

Aquí, vamos a explicar un poco más a fondo qué es esto del conocimiento procedimental, cómo lo aprendemos y, sobre todo, por qué tiene tanto peso en nuestra rutina.

¿Qué pasa con el conocimiento procedimental en educación?

Hablemos del conocimiento experimental en educación, o mejor dicho, el conocimiento que no se aprende de los libros, sino de la vida misma. A diferencia del conocimiento teórico que se gana leyendo o escuchando, el conocimiento procedimental es fruto de mancharse las manos, de intentar, fallar y volver a intentar.

Los estudiantes que se involucran en actividades prácticas como experimentos, proyectos o incluso prácticas en el campo aprenden mucho más rápido porque lo ven y lo viven de primera mano. Al final, aprender haciendo es la clave para asimilar los conceptos.

Algunos puntos clave sobre el conocimiento procedimental en la educación:

  1. Aprender haciendo: No se trata de sentarse y escuchar; se trata de levantarse, hacer algo y equivocarse también. Ya sea en el laboratorio, en una simulación o en una excursión, la idea es que el estudiante participe de manera activa.
  2. Experiencias reales: Los estudiantes se enfrentan a problemas concretos, y la magia ocurre cuando lo que aprenden en clase lo pueden aplicar en situaciones reales. Eso sí que deja huella.
  3. Habilidades prácticas: El conocimiento experimental no es solo saber de memoria. Es aprender a resolver problemas, tomar decisiones y, en general, ser un poco más «manitas» en el día a día.
  4. Pensamiento crítico: Después de probar y equivocarse unas cuantas veces, los estudiantes empiezan a preguntarse el famoso «¿por qué?», y ahí es cuando comienzan a afilar su pensamiento crítico.
  5. Motivación: Nada motiva más que ver que lo que aprendes tiene sentido y aplicación en la vida real. Esto es mucho más atractivo que memorizar fórmulas o definiciones, ¿verdad?

Conocimiento procedimental en la psicología

Si nos vamos al campo de la psicología, el conocimiento experimental tiene mucho que ver con investigar qué pasa en nuestra mente y cómo se comportan las personas, pero de una forma científica.

Aquí entran en juego experimentos donde los psicólogos manipulan variables y controlan todo a detalle para ver cómo ciertos cambios afectan el comportamiento humano. Todo esto se hace siguiendo el buen y viejo método científico, ya sabes, ese de hipótesis, datos y conclusiones.

¿Y cómo usamos este conocimiento para resolver problemas?

Vamos a ponerlo fácil. El conocimiento procedimental en la resolución de problemas se basa en aprender a resolver cosas a través de la experiencia directa. Nadie te va a enseñar a montar en bici leyendo un manual, ¿verdad? Pues lo mismo ocurre con resolver problemas en la vida. Se trata de enfrentarse a retos reales, cometer errores y aprender sobre la marcha.

  1. Aprendizaje activo: Olvídate de la teoría. Aquí se aprende con la acción, poniéndose manos a la obra y afrontando problemas de verdad.
  2. Iterar, iterar y repetir: La mayoría de las veces, no aciertas a la primera. Pruebas algo, no sale como esperabas, ajustas, y lo vuelves a intentar.
  3. Soluciones contextuales: No todo sirve para todo. Lo que funciona en una situación puede no tener sentido en otra. Por eso es importante entender el contexto.
  4. Reflexión: Aprendemos cuando reflexionamos sobre lo que hemos hecho, analizamos nuestros errores y ajustamos nuestros enfoques.

¿Y qué hay del aprendizaje práctico?

El aprendizaje práctico es justo lo que parece: aprender haciendo. Olvídate de memorizar cosas que luego se te olvidarán en cuanto termines el examen. Aquí se trata de aplicar el conocimiento procedimental directamente, ya sea en un laboratorio, en una empresa o en cualquier situación del mundo real. Este enfoque no solo te hace aprender más rápido, sino que te prepara mucho mejor para la vida fuera del aula.

El conocimiento no consciente, ¿qué es eso?

Este es un concepto curioso. El aprendizaje no consciente, también conocido como aprendizaje implícito, es cuando aprendemos cosas sin darnos cuenta.

Es como cuando te das cuenta de que has aprendido una habilidad sin haber estado concentrado en aprenderla de forma deliberada. ¿Nunca te ha pasado que, de tanto repetir algo, terminas haciéndolo en automático? Esto es algo que nuestro cerebro hace por nosotros, acumulando patrones, habilidades y respuestas sin que nos demos cuenta.

Ejemplos claros de conocimiento procedimental

  • Conducir un coche: Uno de los ejemplos más comunes. Al principio, todo es complicado: los cambios, los espejos, el acelerador. Pero con el tiempo, lo haces sin pensar.
  • Cocinar una receta: Saber cómo preparar una comida, seleccionar los ingredientes adecuados, cocinar a fuego lento o rápido… todo esto lo hacemos de manera casi automática cuando ya lo dominamos.
  • Usar el ordenador: No se trata solo de saber encenderla, sino de moverte por los programas, usar atajos y realizar tareas sin tener que pensar en cada clic que das.

En resumen, el conocimiento procedimental está en todas partes. Lo adquirimos con la experiencia, la repetición y, a menudo, con un buen número de errores en el camino.

Aunque no siempre sepamos poner en palabras cómo lo hacemos, lo cierto es que estos conocimientos son los que nos permiten enfrentar el día a día sin tener que pensarlo demasiado.

Sobre el autor

Alejandra Fernandez Sebastián
Alejandra Fernandez Sebastián
Alejandra Fernandez, nacida el 15 de marzo de 1982 en Buenos Aires, Argentina, es una periodista y politóloga reconocida por su compromiso con la justicia social y su habilidad para comunicar ideas complejas de manera accesible.

Graduada con honores en Periodismo por la Universidad Nacional de Buenos Aires, destacó por su capacidad investigativa y ética periodística.

Posteriormente, obtuvo una maestría en Ciencias Políticas, explorando la intersección entre la política y los medios de comunicación.

Su trabajo como periodista la ha llevado a ser una voz influyente en el ámbito político, mientras continúa impartiendo clases y publicando investigaciones académicas.

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