Cómo funciona una relación Sugar Daddy

¿Has oído hablar de ellos? Un Sugar Daddy es, básicamente, un hombre mayor, con un bolsillo bastante generoso, que no tiene problema en gastar una buena cantidad de dinero en su joven y atractiva acompañante.

A menudo, es un empresario exitoso con más billetes que tiempo para las citas tradicionales. Así que, en vez de perderse entre swipe y swipe, opta por algo más directo.

¿Qué es un Sugar Daddy?

El concepto es simple: el Sugar Daddy es un hombre mayor y con éxito que busca la compañía de una mujer joven (llamada Sugar Baby). A cambio de su compañía (y sí, puede incluir intimidad), él le ofrece apoyo financiero y otros beneficios. Parece una relación transaccional, pero no necesariamente es tan frío.

Es más bien una «sociedad» donde ambos sacan algo: él, compañía juvenil, y ella, una vida más cómoda.

¿Sabías que…?

Un gran porcentaje de las Sugar Babies son estudiantes universitarias. Sí, entre exámenes y trabajos finales, muchas encuentran un “Sugar Daddy” que les ayuda a cubrir matrículas, libros y, claro, algún capricho extra. ¡Menuda beca!

¿Cómo funciona esto?

Nada es improvisado. Desde el principio, tanto el Sugar Daddy como la Sugar Baby establecen los términos de la relación. ¿Cuánto dinero? ¿Qué tipo de compañía? Todo queda bien clarito desde el inicio. Y sí, en teoría, hay honestidad y consentimiento por ambas partes, aunque sabemos que en la práctica pueden surgir malentendidos.

Ventajas para el Sugar Daddy

Pues, para empezar, la compañía de alguien joven y atractivo. Y lo más importante, sin las complicaciones emocionales de una relación tradicional (al menos, en teoría). Además, muchos afirman que este tipo de relaciones les da un boost en su ego, haciéndoles sentir más jóvenes. ¿Quién no querría eso?

Ventajas para la Sugar Baby

Por otro lado, las Sugar Babies no sólo reciben dinero, sino que a menudo disfrutan de viajes de lujo, regalos costosos, y oportunidades de establecer conexiones valiosas (o eso dicen). Además, muchas veces el Sugar Daddy se convierte en una especie de mentor, ayudándolas a desarrollarse en distintos aspectos.

El factor dinero

Lo que nunca puede faltar en este tipo de relación: el aspecto financiero. Las Sugar Babies suelen recibir un apoyo mensual (o semanal) que puede cubrir desde el alquiler hasta viajes o cenas en lugares caros. El monto varía, claro, dependiendo de lo que se negocie. Sí, como un contrato, pero con un toque más personal.

¿Cómo encontrar a un Sugar Daddy?

Si esto te ha picado la curiosidad, no creas que tienes que ir a los bares más caros de la ciudad para encontrar a uno. Existen plataformas en línea específicamente diseñadas para este tipo de relaciones con un un Sugar Daddy. ¡Ojo! Aunque suene tentador, es importante ser precavido. No todo lo que brilla es oro, y algunos perfiles pueden ser menos «reales» de lo que aparentan.

Claves para que funcione

Como en cualquier tipo de relación, la comunicación es clave. Desde el principio, ambos deben estar claros sobre sus expectativas y necesidades. Y si, además, hay una buena química, ¡mejor aún! La relación puede ser muy gratificante para ambos.

¿Y si las cosas se ponen más serias?

Aunque la idea principal de estas relaciones es que sean más bien casuales y basadas en el acuerdo mutuo, a veces las cosas cambian. En algunos casos, Sugar Daddies y Sugar Babies terminan desarrollando sentimientos más profundos, y de repente… ¡bam! Ya no es sólo dinero y compañía, sino una relación de verdad. Pero bueno, eso ya depende de cada pareja.

¿Es esto moralmente correcto?

Las relaciones con Sugar Daddies no están exentas de polémica. Hay quienes las ven como una forma de explotación o perpetuación de desigualdades de género. Otros lo ven como una relación transaccional, tan válida como cualquier otra. La clave está en la transparencia y el consentimiento. Si ambas partes están contentas con el acuerdo, ¿quién puede juzgar?

Seguridad primero

Para las Sugar Babies, es importante no dejarse llevar por los billetes y pensar en su seguridad. Mantener ciertos límites, no compartir información personal demasiado pronto y, por supuesto, usar plataformas seguras, son claves. Y, como consejo extra, contarle a alguien de confianza sobre la relación puede ser una buena idea para evitar sustos.

El auge del Sugar Dating

¿Por qué cada vez más personas optan por este tipo de relación? Simple: las dinámicas están cambiando. Las relaciones tradicionales no son para todos, y en una era donde el tiempo es oro (literalmente), algunos prefieren optar por algo más directo, sin rodeos.

La cuestión de género

Aunque la imagen que solemos tener es la del hombre mayor y la chica joven, el fenómeno del Sugar Dating no siempre sigue ese patrón. Existen Sugar Mommies, así como relaciones homosexuales en este mismo esquema. La diversidad es real, aunque no se hable tanto de ello.

¿Es esto para ti?

En definitiva, las relaciones con Sugar Daddies no son para todos, pero si crees que puede ser tu estilo, lo más importante es ser sincero sobre lo que buscas y, por supuesto, hacerlo con los pies en la tierra y la cabeza bien puesta.

¿Qué te parece?

Sobre el autor

Ariel Puga Riquelme

Soy una apasionada por la comunicación. Desde que era una niña, siempre me intrigó la forma en que las palabras, las imágenes y las ideas podían unirse para transmitir mensajes poderosos y conmovedores.

Esta fascinación me llevó a estudiar Publicidad, Marketing y Relaciones Públicas, una elección que ha moldeado mi vida de maneras inimaginables.

Mi viaje en el mundo de la comunicación comenzó en la universidad, donde me sumergí en cursos que abarcaban desde la psicología del consumidor hasta la creatividad publicitaria.

Fue una época desafiante pero emocionante, llena de aprendizaje y descubrimientos constantes. Mis años universitarios me enseñaron la importancia de la estrategia y la creatividad en la publicidad, así como la habilidad de construir relaciones sólidas con el público.

Después de graduarme, emprendí una emocionante carrera en el campo de la comunicación. Trabajé en diversas agencias de publicidad y empresas de marketing, donde pude aplicar mis conocimientos y habilidades en proyectos que iban desde campañas publicitarias innovadoras hasta estrategias de branding sólidas.
Cada experiencia me permitió crecer profesionalmente y entender más profundamente cómo la comunicación puede influir en la percepción de una marca.

Pero mi pasión no se limita solo al ámbito profesional. Siempre he creído en el poder de la comunicación para crear un cambio positivo en la sociedad. Participé activamente en proyectos de responsabilidad social empresarial y campañas de concientización que abordan cuestiones importantes, desde la igualdad de género hasta la sostenibilidad ambiental.

A lo largo de mi carrera, he descubierto que la clave del éxito en la comunicación radica en la autenticidad, la empatía y la creatividad. Estos principios me han guiado en cada paso de mi camino, desde la planificación estratégica hasta la ejecución de campañas memorables.

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