
Si has estado navegando por redes sociales recientemente, es probable que te hayas topado con imágenes de un pequeño monstruo de aspecto adorable pero ligeramente siniestro, con orejas puntiagudas, dientes afilados y una expresión traviesa que ha conquistado el corazón de millones de personas alrededor del mundo. Este personaje es Labubu, y su ascenso meteórico desde ser una figura de nicho hasta convertirse en un fenómeno cultural global es una historia fascinante que combina arte, psicología del consumidor y estrategia de marketing.
¿Pero qué es exactamente un Labubu? ¿Por qué estos muñecos se han vuelto tan populares que las personas hacen largas colas para conseguir uno, y por qué algunos pueden llegar a costar cientos o incluso miles de dólares en el mercado de reventa? La respuesta va mucho más allá de un simple juguete coleccionable.
Labubu es el protagonista de la serie "The Monsters", un universo de personajes creado por el artista hongkonés Kasing Lung en 2015. Lo que comenzó como una pequeña colección de figuras producidas por la empresa How2Work se transformó en un imperio global cuando Pop Mart, el gigante chino de juguetes de diseño, se asoció con Lung en 2019 para lanzar las primeras figuras coleccionables en el formato de "blind box" o caja ciega.
Este pequeño monstruo de estética "kawaii-horror" (ternura horrorosa) no solo se ha convertido en un objeto de deseo para coleccionistas, sino que ha trascendido su categoría original para convertirse en un accesorio de moda, un símbolo de estatus y un fenómeno viral que ha captado la atención de celebridades como Lisa de Blackpink, David Beckham y Rihanna.
- La historia de Labubu: De un cuento de hadas al éxito global
- El modelo 'Blind box': La psicología del coleccionista
- Un fenómeno cultural: ¿Por qué Labubu conquistó el mundo de la moda?
- Guía para coleccionistas: Dónde comprar, precios y cómo evitar falsificaciones
- La propiedad intelectual y el futuro de un imperio del arte de diseño
- Preguntas frecuentes
La historia de Labubu: De un cuento de hadas al éxito global
La historia de Labubu comienza con Kasing Lung, un artista nacido en Hong Kong pero criado en los Países Bajos, cuya infancia estuvo marcada por su amor por el dibujo y la lectura de cuentos de hadas y folclore nórdico. Esta influencia cultural dual, entre la cultura asiática de sus orígenes y la mitología europea de su juventud, se convertiría en la piedra angular de su trabajo artístico.
En 2015, Lung dio vida a "The Monsters", una serie de personajes que habitaban en un mundo fantástico lleno de criaturas mágicas. Entre estos seres destacaba Labubu, un pequeño monstruo cuyo diseño se inspiraba directamente en los elfos y duendes de la mitología nórdica. Contrario a lo que algunos rumores han sugerido, Labubu no tiene ninguna relación con el demonio Pazuzu de la mitología mesopotámica, algo que el propio creador ha desmentido en múltiples ocasiones.
El personaje de Labubu fue concebido como un ser de buen corazón que, a pesar de su apariencia traviesa con orejas puntiagudas y nueve dientes aserrados, siempre busca ayudar a otros. Sin embargo, sus intentos de ser útil a menudo tienen consecuencias inesperadas y cómicas, lo que le da una personalidad entrañable y relatable que conecta con las audiencias de todas las edades.
Durante los primeros años de su existencia, las figuras de Labubu eran producidas por How2Work en cantidades limitadas, dirigidas principalmente a un nicho de coleccionistas de art toys. Estas primeras versiones, aunque bien recibidas por los conocedores del género, tenían un alcance limitado y se vendían principalmente en tiendas especializadas de Hong Kong y otros mercados asiáticos.
El punto de inflexión en la historia de Labubu llegó en 2019, cuando Pop Mart, una empresa china fundada en 2010 que se había especializado en la venta de juguetes de diseño y figuras coleccionables, decidió asociarse con Kasing Lung. Esta colaboración no fue casualidad; Pop Mart había estado observando el creciente interés en los art toys y buscaba expandir su catálogo con propiedades intelectuales únicas y atractivas.
La estrategia de Pop Mart fue revolucionaria. En lugar de vender las figuras de Labubu de manera individual y predecible, las introdujeron en el formato de "blind box", un sistema de venta donde los compradores adquieren cajas selladas sin saber exactamente qué figura contienen en su interior. Este modelo, que ya había probado ser exitoso con otros personajes como Molly y Dimoo, se adaptó perfectamente a la naturaleza misteriosa y juguetona de Labubu.
La primera serie de blind boxes de Labubu lanzada por Pop Mart fue un éxito inmediato. Los coleccionistas no solo se sintieron atraídos por el diseño único del personaje, sino también por la emoción de la "caza" de figuras específicas, especialmente las versiones "secretas" que tenían una probabilidad de aparición de solo 1 en 72 cajas.
El modelo 'Blind box': La psicología del coleccionista
Para entender completamente el fenómeno Labubu, es esencial comprender el modelo de negocio que lo impulsa: las blind boxes o cajas ciegas. Este sistema de venta, que tiene sus raíces en las máquinas expendedoras de juguetes japonesas conocidas como "gachapon", ha sido perfeccionado por Pop Mart hasta convertirlo en una máquina de generar ingresos extraordinariamente efectiva.
El concepto es aparentemente simple: el consumidor compra una caja sellada que contiene una figura, pero no sabe cuál de las posibles variaciones recibirá hasta que la abre. Cada serie suele incluir entre 8 y 12 diseños diferentes, más una figura "secreta" adicional que es significativamente más rara. La probabilidad de obtener cada figura regular es relativamente equitativa, pero la figura secreta tiene odds mucho más bajas, creando un elemento de escasez artificial.
Esta mecánica aprovecha varios principios psicológicos profundamente arraigados en el comportamiento humano. El primero es el principio de recompensa variable, el mismo mecanismo que hace adictivos los juegos de casino. Cuando una persona no sabe si obtendrá la figura que desea, su cerebro libera dopamina no solo cuando recibe la recompensa, sino también durante el proceso de anticipación. Esta química cerebral hace que la experiencia de compra sea intrínsecamente emocionante y potencialmente adictiva.
El segundo principio es el efecto de dotación y la aversión a la pérdida. Una vez que un coleccionista tiene algunas figuras de una serie, siente la necesidad psicológica de completar el set. Dejar una colección incompleta genera una sensación de pérdida más intensa que la satisfacción que proporcionaría completarla, lo que impulsa compras adicionales.
El tercer elemento es el aspecto social y tribal. Los coleccionistas de Labubu forman comunidades online donde comparten sus "pulls" (las figuras que obtuvieron), intercambian duplicados y celebran cuando alguien consigue una figura secreta. Esta dinámica social transforma el acto individual de compra en una experiencia comunitaria que refuerza el comportamiento de colección.
Pop Mart ha refinado este modelo hasta un grado científico. Sus tiendas están diseñadas como experiencias inmersivas, con robots expendedores llamados "Roboshops" que añaden un elemento de teatralidad al proceso de compra. Las figuras se presentan en displays coloridos y atractivos, y el personal está entrenado para aumentar la emoción del momento de apertura.
El éxito financiero de este modelo es indiscutible. Solo en la primera mitad de 2024, las ventas de la línea "The Monsters" de Labubu generaron 6.3 mil millones de yuanes, aproximadamente 870 millones de dólares estadounidenses. Estas cifras colocan a Labubu no solo como un juguete exitoso, sino como una de las propiedades intelectuales más rentables en el mercado global de entretenimiento.
Sin embargo, este éxito también ha generado críticas. Algunos expertos en comportamiento del consumidor argumentan que el modelo de blind boxes puede fomentar comportamientos de compra compulsivos, especialmente entre consumidores jóvenes. La línea entre la emoción del coleccionismo y la adicción al juego puede ser delgada, y es una preocupación que la industria está comenzando a abordar.
Un fenómeno cultural: ¿Por qué Labubu conquistó el mundo de la moda?
La transformación de Labubu de juguete coleccionable a ícono de moda no fue accidental, sino el resultado de una convergencia perfecta de factores culturales, sociales y de marketing que capturaron el zeitgeist de mediados de la década de 2020.
El catalizador principal de esta transformación fue la adopción de Labubu como accesorio de moda por parte de influencers y celebrities de alto perfil. El momento decisivo llegó a finales de 2024, cuando Lisa, miembro del grupo de K-pop Blackpink y una de las personalidades más influyentes de Asia, publicó en su Instagram una imagen donde aparecía con un Labubu enganchado a su bolso. Esta simple publicación, vista por millones de seguidores, desató una reacción en cadena que convirtió al pequeño monstruo en un objeto de deseo global prácticamente de la noche a la mañana.
Pero Lisa no fue la única celebrity en adoptar a Labubu. David Beckham fue fotografiado llevando uno como charm en su mochila, mientras que Rihanna fue vista con una versión especial en varios eventos públicos. Estas adopciones no fueron casuales; representaron la intersección perfecta entre la cultura pop asiática, que estaba experimentando un momento de influencia global sin precedentes gracias al K-pop y otros fenómenos culturales, y la búsqueda occidental de nuevas formas de expresión personal a través de accesorios únicos.

La estética "kawaii-horror" de Labubu resultó particularmente atractiva para la Generación Z, una demografía que ha mostrado una fascinación constante por la subversión de normas tradicionales de belleza y la adopción de elementos aparentemente contradictorios. La combinación de "lindo" y "siniestro" en un solo objeto permitió a los usuarios expresar múltiples facetas de su personalidad de manera simultánea.
El fenómeno se amplificó exponencialmente a través de TikTok, donde el hashtag #Labubu acumuló miles de millones de visualizaciones. Los usuarios crearon contenido mostrando sus colecciones, sus experiencias de unboxing, y tutoriales sobre cómo incorporar a Labubu en diferentes outfits. Esta viralidad orgánica fue mucho más efectiva que cualquier campaña publicitaria tradicional podría haber sido.
La versatilidad de Labubu como accesorio también contribuyó a su éxito. A diferencia de otros juguetes coleccionables que típicamente se exhiben en estanterías, Labubu fue diseñado desde el principio para ser portátil. Su tamaño compacto y su sistema de enganche lo hacen perfecto para ser llevado en bolsos, mochilas, llaves o incluso como charm de teléfono móvil. Esta portabilidad transformó cada Labubu en una declaración de moda ambulante, extendiendo su visibilidad mucho más allá del hogar del coleccionista.
El timing del fenómeno también fue crucial. El auge de Labubu coincidió con un período de recuperación post-pandemia donde las personas estaban redescubriendo la alegría de los objetos físicos y las experiencias táctiles después de años de interacciones predominantemente digitales. El acto de comprar, desempaquetar y llevar un Labubu proporcionaba una satisfacción sensorial que contrastaba con la naturaleza etérea de la cultura digital.
Además, Labubu se benefició del creciente interés en la moda sostenible y los objetos duraderos. A diferencia de la moda rápida, un Labubu es una inversión a largo plazo que mantiene su valor estético y emocional. Muchos usuarios reportan desarrollar vínculos emocionales con sus figuras, dándoles nombres y personalidades individuales.
El impacto en la industria de la moda fue inmediato. Marcas de ropa comenzaron a crear outfits específicamente diseñados para combinar con diferentes variaciones de Labubu. Surgieron accesorios complementarios como pequeñas mochilas, sombreros y hasta ropa en miniatura para personalizar las figuras. Esta ecosistema expandido transformó a Labubu de un producto individual en una plataforma de expresión personal.
Guía para coleccionistas: Dónde comprar, precios y cómo evitar falsificaciones
Navegar el mercado de Labubu puede ser una experiencia tanto emocionante como desafiante, especialmente para quienes se inician en el mundo del coleccionismo de art toys. La alta demanda, la escasez artificial y la proliferación de falsificaciones han creado un ecosistema complejo que requiere conocimiento y estrategia para ser navegado exitosamente.
Canales oficiales de compra
El punto de partida ideal para cualquier coleccionista es siempre los canales oficiales de Pop Mart. La empresa mantiene una red global de tiendas físicas, con presencia en más de 20 países y planes de expansión continua. Estas tiendas ofrecen la experiencia completa de marca, incluyendo los famosos "Roboshops", máquinas expendedoras robotizadas que añaden un elemento de espectáculo al proceso de compra.
Sin embargo, comprar en tiendas físicas durante lanzamientos populares puede ser extremadamente desafiante. Las figuras de Labubu más demandadas suelen agotarse en cuestión de minutos, y en algunas ocasiones, Pop Mart ha tenido que retirar temporalmente los productos de las tiendas físicas para evitar aglomeraciones y problemas de seguridad.
El sitio web oficial de Pop Mart ofrece una alternativa más accesible, especialmente para compradores internacionales. La plataforma permite pre-órdenes para lanzamientos especiales y mantiene un inventario más consistente que las tiendas físicas. Un consejo útil para coleccionistas experimentados es utilizar la opción de "recoger en tienda" cuando esté disponible, ya que este inventario a menudo se maneja por separado del inventario regular de la tienda.
Pop Mart también mantiene presencia en plataformas de e-commerce como AliExpress, donde operan una tienda oficial. Aunque los tiempos de envío pueden ser más largos, esta opción a menudo ofrece mejor disponibilidad para compradores en regiones donde Pop Mart no tiene presencia física significativa.
El mercado de reventa: Oportunidades y riesgos
Cuando los canales oficiales se agotan, muchos coleccionistas recurren al mercado de reventa. Plataformas como StockX han comenzado a incluir figuras de Labubu en sus catálogos, aplicando sus sistemas de autenticación para garantizar la legitimidad de los productos. eBay sigue siendo una opción popular, aunque requiere más diligencia por parte del comprador para evitar falsificaciones.
Los grupos de Facebook y comunidades de Reddit dedicadas al coleccionismo de Pop Mart han emergido como espacios importantes para el comercio peer-to-peer. Estos grupos a menudo tienen reglas estrictas sobre verificación y reputación de vendedores, pero siguen requiriendo precaución por parte de los compradores.
El mercado de reventa puede ofrecer acceso a figuras descontinuadas o extremadamente raras, pero viene con costos significativamente elevados. Una figura regular de Labubu que se vende por $15-20 USD en el lanzamiento puede alcanzar $100-300 USD en el mercado de reventa, mientras que las figuras secretas pueden superar los $500 USD, y las piezas especiales de gran formato han alcanzado precios de cinco cifras en subastas.
Servicios de compra internacional
Para coleccionistas en regiones sin acceso directo a productos de Pop Mart, han surgido servicios especializados de compra internacional. ZenMarket, por ejemplo, permite a usuarios de todo el mundo acceder al mercado japonés de segunda mano, donde las figuras de Labubu tienen una presencia significativa. Estos servicios cobran comisiones que típicamente oscilan entre 5-10% del valor de compra, más costos de envío internacional, pero ofrecen acceso a inventario que de otra manera sería inaccesible.
Identificación de falsificaciones
La popularidad de Labubu ha generado una industria paralela de falsificaciones, humorísticamente conocidas como "Lafufu" por la comunidad de coleccionistas. Identificar estas imitaciones requiere atención a varios detalles específicos.
La calidad general es el primer indicador. Los Labubu originales están fabricados con materiales de alta calidad que se sienten sólidos y bien construidos. El pelaje sintético tiene una textura específica que es suave pero no excesivamente lanosa. La tez del personaje debe tener un tono melocotón pálido uniforme, y el rubor en las mejillas debe estar aplicado de manera suave y profesional mediante aerógrafo.
Un detalle crucial es el número de dientes. Todos los Labubu auténticos tienen exactamente nueve dientes, ni más ni menos. Este es uno de los elementos más consistentemente mal replicados en las falsificaciones. Los ojos también deben ser brillantes y estar bien incrustados, no pintados o pegados superficialmente.
Las marcas de autenticidad incluyen los logos de Pop Mart y Kasing Lung grabados en la parte inferior del pie derecho de la figura. El empaquetado es otro indicador importante; las cajas falsas frecuentemente contienen errores tipográficos como "Pob Mart" o "Por Mart" en lugar del nombre correcto de la empresa.
Precios de referencia por colección
Los precios de las figuras de Labubu varían significativamente según la colección, la rareza y la región de venta. Las series estándar como "Big Into Energy" o "Have a Seat" típicamente se lanzan con precios entre $15-25 USD por figura individual. Las colaboraciones especiales, como la serie de Coca-Cola, tienen precios premium desde el lanzamiento, usualmente en el rango de $25-35 USD.
En el mercado mexicano, por ejemplo, la colección "Big Into Energy" tiene un precio de lanzamiento de aproximadamente 1,299 pesos mexicanos, mientras que series agotadas como la colaboración con Coca-Cola pueden alcanzar 3,000 pesos o más en el mercado de reventa.
Las figuras de gran formato, como las de la serie "Fall In Wild", tienen precios significativamente más altos, iniciando en aproximadamente 6,999 pesos mexicanos para versiones estándar y alcanzando precios de cinco cifras para versiones limitadas o con firma del artista.
La propiedad intelectual y el futuro de un imperio del arte de diseño
El éxito de Labubu representa más que un simple triunfo comercial; es un estudio de caso sobre cómo la propiedad intelectual bien gestionada puede crear ecosistemas de valor que trascienden su medio original. Pop Mart ha demostrado una comprensión sofisticada de cómo construir y expandir una marca de personaje, siguiendo estrategias que recuerdan a los imperios de entretenimiento establecidos como Disney o Sanrio, pero adaptadas a la era digital y al mercado global contemporáneo.
La estrategia de expansión de marca de Pop Mart alrededor de Labubu ha sido meticulosamente planificada y ejecutada. Más allá de las figuras coleccionables básicas, la empresa ha desarrollado múltiples líneas de productos que mantienen la coherencia estética mientras exploran diferentes categorías de precio y uso. Las colaboraciones estratégicas han sido particularmente efectivas, como la serie de blind boxes con temática de Coca-Cola, que combinó el reconocimiento global de la marca de bebidas con la estética distintiva de Labubu.
Una de las expansiones más ambiciosas ha sido la colaboración con el manga "One Piece", donde 13 figuras de "The Monsters" fueron reimaginadas como personajes del universo pirata creado por Eiichiro Oda. Esta colaboración no solo expandió el alcance demográfico de Labubu hacia los fans del anime y manga, sino que también demostró la versatilidad del diseño del personaje para adaptarse a diferentes contextos narrativos sin perder su identidad esencial.
Pop Mart también ha incursionado en el espacio de los NFTs y activos digitales, reconociendo que su audiencia principal de Generación Z y Millennials tiene una relación fluida entre los objetos físicos y digitales. Aunque el mercado de NFTs ha experimentado volatilidad significativa, la empresa ha mantenido una presencia estratégica en este espacio, posicionando a sus personajes para futuras oportunidades en metaversos y experiencias digitales.
La visión a largo plazo de Pop Mart es construir un universo de entretenimiento completo alrededor de sus propiedades intelectuales. La empresa ha anunciado planes para desarrollar contenido animado, videojuegos y eventualmente experiencias de parque temático. Esta estrategia de "transmedia" busca crear múltiples puntos de contacto con los consumidores, deepening su conexión emocional con los personajes mientras genera múltiples flujos de ingresos.
Sin embargo, este crecimiento acelerado también ha generado debates importantes sobre la naturaleza del valor en el mercado del arte y los coleccionables. Muchos compradores han comenzado a tratar a Labubu como una "inversión de arte", especulando sobre el valor futuro de ciertas figuras y tratando sus compras como activos financieros más que como objetos de disfrute personal.
Expertos legales como la abogada Mari-Claudia Jiménez han advertido sobre este enfoque, comparando el fenómeno actual con burbujas especulativas históricas como la de los Beanie Babies en los años 90 o los Cabbage Patch Kids en los 80. Jiménez argumenta que, aunque el valor de reventa puede ser alto en el corto plazo, los coleccionables basados en tendencias virales tienen historiales mixtos de retención de valor a largo plazo.
La sostenibilidad del modelo de negocio de Pop Mart dependerá en gran medida de su capacidad para evolucionar más allá de la mecánica pura de las blind boxes y construir conexiones emocionales más profundas entre los consumidores y sus personajes. La empresa ha mostrado signos de reconocer esto, expandiéndose hacia experiencias más amplias y narrativas más ricas.
El impacto cultural de Labubu también plantea preguntas interesantes sobre la globalización del gusto estético y cómo los objetos de diseño pueden servir como embajadores culturales. El éxito global de un personaje creado por un artista hongkonés, producido por una empresa china y adoptado por celebrities occidentales, representa un ejemplo de cómo la cultura pop contemporánea trasciende fronteras tradicionales.
Preguntas frecuentes
¿Qué otros personajes existen en la serie The Monsters?
La serie "The Monsters" de Kasing Lung incluye varios personajes además de Labubu, cada uno con su propia personalidad y estética distintiva. Zimomo es caracterizado como un personaje más tímido y reflexivo, mientras que Mokoko tiene una personalidad más enérgica y aventurera. Tycoco se presenta como el intelectual del grupo, Pippo como el bromista, Yaya como la figura maternal, Vos como el misterioso, y Monster Boy como el más joven y curioso del conjunto. Aunque Labubu es el más popular comercialmente, cada personaje tiene su propio siguiente dedicado de fans y coleccionistas.
¿Por qué los muñecos Labubu son tan caros y difíciles de conseguir?
La escasez y alto precio de Labubu son el resultado de múltiples factores interconectados. El modelo de "blind box" crea escasez artificial al limitar la disponibilidad de figuras específicas, especialmente las versiones "secretas" que tienen probabilidades de aparición de solo 1 en 72. Pop Mart también utiliza estrategias de lanzamiento de edición limitada, liberando cantidades específicas en momentos determinados, lo que crea picos de demanda que superan la oferta. Además, la popularidad viral del personaje ha atraído tanto a coleccionistas genuinos como a especuladores que compran con la intención de revender, creando competencia adicional por el inventario disponible.
¿Cómo puedo saber si mi Labubu es original o falso?
La autenticación de un Labubu original requiere atención a varios detalles específicos. Los muñecos auténticos tienen exactamente nueve dientes, una característica que las falsificaciones frecuentemente no replican correctamente. La calidad general debe sentirse sólida y bien construida, con un pelaje sintético de textura específica y una tez de color melocotón pálido uniforme. El rubor en las mejillas debe estar aplicado profesionalmente mediante aerógrafo, no pintado a mano. Las figuras originales llevan los logos de Pop Mart y Kasing Lung grabados en la parte inferior del pie derecho. El empaquetado también es un indicador importante; las cajas falsas a menudo contienen errores tipográficos en el nombre de Pop Mart.
¿Hay tiendas físicas de Pop Mart en mi país?
Pop Mart tiene una estrategia de expansión global en curso, con presencia física en más de 20 países. La empresa opera tiendas en la mayoría de los países asiáticos, incluyendo China, Japón, Corea del Sur, Singapur, Malasia y Tailandia. En Europa, tienen presencia en Reino Unido, Francia y varios otros países. En América, han comenzado expansión en Estados Unidos y tienen planes anunciados para mercados en América Central y del Sur, incluido México. Para verificar si hay tiendas en tu ubicación específica, es recomendable consultar el localizador de tiendas en el sitio web oficial de Pop Mart, ya que la red se expande regularmente.
¿Cuál es la relación de Labubu con Blackpink?
La conexión entre Labubu y Blackpink es principalmente a través de Lisa, miembro del grupo de K-pop, quien se convirtió en una promotora influyente del personaje de manera orgánica. A finales de 2024, Lisa publicó en su Instagram una imagen donde aparecía con un Labubu enganchado a su bolso, lo que desató una reacción viral masiva entre sus millones de seguidores. Esta no fue una colaboración comercial oficial, sino una adopción personal del accesorio que se viralizó naturalmente. El impacto de esta exposición fue tan significativo que se considera uno de los catalizadores principales del auge global de Labubu en el mainstream.
¿Labubu está relacionado con algún demonio o figura religiosa?
Esta es una pregunta común que surge debido a la apariencia ligeramente siniestra del personaje. Sin embargo, Kasing Lung, el creador de Labubu, ha desmentido categóricamente cualquier conexión con figuras demoníacas o religiosas. El diseño de Labubu se inspira específicamente en elfos y duendes de la mitología nórdica, así como en elementos del folclore de los Países Bajos, donde Lung pasó gran parte de su juventud. La estética "kawaii-horror" (ternura horrorosa) es una tradición artística que combina elementos lindos con aspectos ligeramente siniestros, pero sin intenciones espirituales o religiosas.
¿Vale la pena comprar Labubu como inversión?
Los expertos financieros y legales generalmente desaconsejan tratar a Labubu como una inversión financiera tradicional. Aunque algunas figuras raras han mostrado apreciación significativa en el mercado de reventa a corto plazo, el mercado de coleccionables basados en tendencias virales tiene un historial mixto de retención de valor a largo plazo. El valor especulativo puede ser volátil y depende de factores impredecibles como cambios en tendencias culturales y la capacidad de Pop Mart para mantener la relevancia del personaje. Los coleccionistas experimentados recomiendan comprar Labubu por disfrute personal y apreciación estética, considerando cualquier apreciación de valor como un beneficio secundario potencial, no como el objetivo principal.
La historia de Labubu es, en última instancia, la historia de cómo un pequeño personaje creado por un artista apasionado puede capturar la imaginación global cuando se combina la creatividad auténtica con estrategia comercial inteligente y el poder amplificador de las redes sociales.
Ya sea que veas a Labubu como un simple juguete, una obra de arte coleccionable, un accesorio de moda o un fenómeno cultural, es innegable que ha dejado una marca indeleble en el panorama del entretenimiento y el diseño contemporáneo. Su éxito continuado dependerá de la capacidad de sus creadores para evolucionar y mantener la magia que inicialmente cautivó a millones de personas alrededor del mundo.
Referencias
Sobre el autor

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Soy una estudiante dedicado y apasionado por el mundo de la comunicación y el marketing.
Actualmente, estoy cursando un grado en Publicidad, Relaciones Públicas y Marketing en la prestigiosa Universidad Blanquerna, Ramon Llull.
Esta formación me brindará una sólida base teórica y práctica en estas áreas, y me permitirá adquirir habilidades valiosas en investigación, planificación, ejecución y evaluación de campañas publicitarias y de relaciones públicas.
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